Tener un buen producto ya no es suficiente: lo que realmente buscan tus clientes...

Tener un buen producto ya no es suficiente: lo que realmente buscan tus clientes...

Puedes tener el mejor producto.
El más bonito, el más funcional, el más accesible.

Pero si la experiencia que ofreces no conecta con quien te compra, el cliente no solo se va.
Te olvida.

Hoy más que nunca, el servicio dejó de ser un extra y se convirtió en el verdadero diferenciador de marca.


¿Quién es el cliente de hoy?

El cliente actual ya no se conforma con que lo atiendas.
Quiere sentirse visto, comprendido, valorado.

Vivimos en la era de la personalización, la inmediatez y la empatía.
Donde la decisión de compra ya no depende solo del producto, sino de todo lo que lo rodea:
👉 tiempos de respuesta
👉 tono de comunicación
👉 seguimiento postventa
👉 facilidad de pago
👉 claridad en el proceso
👉 y sí… hasta el “cómo me hiciste sentir”


El servicio se construye en cada punto de contacto

Una gran experiencia no sucede en la transacción.
Sucede en los detalles: desde el mensaje de bienvenida, hasta cómo reaccionas cuando algo no sale bien.

Y como bien dice la Escuela Nórdica de Marketing de Servicios:

“El servicio no se ve… se siente.”


¿Qué es el JTBD y por qué todos deberíamos usarlo?

Uno de los modelos más poderosos que aprendí en esta certificación fue Jobs To Be Done (JTBD).

Se basa en algo muy simple y muy real:

“La gente no quiere un taladro de ¼ de pulgada.
Quiere un agujero de ¼ de pulgada.”

Tu cliente no te compra un producto.
Te compra la solución a un problema, un deseo o una necesidad.

No quiere un yogurt → quiere no tener hambre en la mañana

No quiere un corte de cabello → quiere sentirse renovado

No quiere Netflix → quiere relajarse después de un día pesado

Las marcas que entienden esto son las que conectan desde el propósito.


Entonces… ¿qué estás ayudando a resolver?

Esto no es poesía. Es estrategia.
Y si tu marca quiere crecer con intención, es momento de preguntarte:

👉 ¿Qué trabajo está haciendo mi producto o servicio por el cliente?

Cuando lo descubras, podrás ajustar tu comunicación, tus procesos y tu experiencia para dejar de vender “cosas” y empezar a vender transformaciones.


De producto a experiencia: así se empieza

No tienes que rehacer todo tu negocio.
Solo tienes que empezar por donde más duele o más se olvida:

¿Cuál es el momento más tenso o frustrante de tu servicio?

¿Hay algo que tu cliente siempre te tiene que pedir dos veces?

¿Qué parte de tu experiencia parece diseñada para ti, pero no para él?

💡 Mejora lo invisible.
Eso es lo que más recuerda tu cliente.


En resumen

El cliente ya no quiere solo productos.
Quiere experiencias.
Y tu marca tiene todo para ofrecerlas… si lo haces con propósito.

En esta serie Experiencias que conectan con propósito, te seguiré compartiendo lo más valioso de mi formación en el Tec y de lo que aplico todos los días con marcas reales.

Porque cuando el cliente conecta con lo que haces,
✨ no solo compra…
te elige, te recuerda y te recomienda.


 

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